OBRAS MAESTRAS DE LA INGENIERÍA

En el pasado, la extracción de petróleo solo podía ser hecha en tierra. En un momento dado, a principios del siglo XX, la demanda superó mucho a la oferta. Eso generó todo tipo de inconvenientes, comenzando por el encarecimiento del insumo y las dificultades para obtener sus productos derivados.

Las petroleras, ya grandes emporios, comenzaron a pensar en llevar los límites más allá de los continentes; o sea, a los mares. Y comenzó el desarrollo de unos ingenios que hubieran parecido un delirio fantasioso pocos años antes.

El primer pozo de petróleo perforado fuera de la costa fue el de Bibiheybat, en Azerbaiyán, cuando corría el año 1846. Paralelamente, en Estados Unidos hallaron petróleo en el lago St. Marys, Ohio. Para extraerlo se construyeron plataformas de madera apoyadas sobre pilotes del mismo material, que salían de la costa.

Cinco años después, comenzó la explotación en las aguas saladas del campo Summerland, California. Estos fueron los primeros pozos que no estaban en la costa, y la perforación se realizaba mediante muelles que iban desde la ribera hacia el interior del canal. Entre 1915 y 1916, en Azerbaiyán, se hicieron las primeras pruebas para extraer gas natural de los campos de petróleo de Romani, con bombas sumergidas.

LAS PLATAFORMAS PETROLERAS: OBRAS MAESTRAS DE LA INGENIERÍA
LAS PLATAFORMAS PETROLERAS: OBRAS MAESTRAS DE LA INGENIERÍA

Construyendo gigantes.

A partir de allí, comenzó una carrera que hizo avanzar exponencialmente a la ingeniería de grandes estructuras. A medida que se iban descubriendo yacimientos de petróleo y gas más y más alejados de las costas, se multiplicaban los esfuerzos y la imaginación para poder extraerlo.

Por eso las de hoy son pequeñas ciudades que emergen en todos los mares del mundo, en un número aproximado de 500. Una actual cuesta entre 105 millones y 360 millones de dólares. Necesitan unas 80 personas para que pueda funcionar, pero lo normal es que cada una tenga capacidad para alojar alrededor de 200 personas.

Allá a principios del siglo pasado, las primeras plataformas se construían sobre pilotes de madera clavados en el lecho marítimo. Por supuesto, la corrosión del agua salada los debilitaba prontamente. Luego fueron de concreto, pero se volvieron antieconómicos.

Hoy las plataformas reposan sobre gigantescas patas metálicas móviles, que pueden ser transportadas, mientras que las partes superiores viajan en remolcadores hasta el punto establecido, y son ensambladas en el lugar. Esas partes tardan unos 18 meses para construirse en talleres altamente especializados.

Así resultan estas obras monumentales, que impresionan aún vistas a gran distancia. La más grande de ellas (se llama Berkut y está en Rusia, sobre la costa del Pacífico) pesa 200.000 toneladas. Algunas tienen capacidad de perforar hasta 3000 metros de profundidad. Proliferan en Golfo de México, en Rusia y en el Ártico. Según los casos, pueden superar en altura al edificio más alto del mundo. Pero según como se mida, porque algunas tienen solo un tercio de su estructura sobre la superficie del mar.

Clases de plataformas petroleras.

Esto monstruos “off shore” (es el nombre que recibe la clase de plataformas que son) se dividen en varios tipos. Los más habituales son:

  • Estructuras directas o fijas: Se trata de plataformas que se posan directamente sobre el lecho marino, y ahí se quedan, quietas, sostenidas en enormes patas de metal.
  • Estructuras de Gravedad: Se mantienen fijas en su lugar de colocación gracias a su propio peso. Están construidas en hormigón reforzado con acero y un conjunto de compartimientos internos para controlar su flotación. Suelen usarse para perforar a no más de 300 metros.
  • “Jackets” o en celosía: Son las que se usan para perforar hasta 500 metros. Se montan sobre 4 grandes pilotes que se aferran al fondo marino con martillos neumáticos. Y sobre ellos se instala la plataforma propiamente dicha con todos sus instrumentos de perforación.
  • Estructura flexible: consiste en una torre en celosía flexible, que se apoya en cimientos a gran profundidad. Pueden soportar los embates de grandes fuerzas naturales gracias a los materiales dúctiles que se emplean en su construcción. Se diseñan para profundidades de entre 350 y 900 metros.

Hay otros tipos, de los que hablaremos más adelante. Como recomendación, vean en Internet algunos de los muchos y asombrosos videos que hay sobre estas colosales estructuras.

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